viernes, 20 de enero de 2012

El siglo XVIII. Los Borbones

El siglo XVIII Los Borbones



El reformismo borbónico




Desarrollo de la Guerra de Sucesión
El Tratado de Utrecht: pérdidas de la Monarquía española



Felipe V de Borbón (1683-1746).
Duque de Anjou y nieto del rey francés Luis XIV se convirtió en el heredero de la Corona española a la muerte de Carlos II, último rey de la Casa de Austria, muerto sin descendencia en noviembre de 1700. La condición impuesta fue que la nueva dinastía (Borbón) no podría unirse con la francesa. La guerra de Sucesión (1700-1714) acabó por convertirse en un conflicto internacional y en ella se enfrentaron los partidaros del nombrado rey Felipe V y los del archiduque Carlos de Habsburgo, pretendiente a la Corona española por la casa de los Austrias. La Paz de Utrecht (1713) y los acuerdos de Rastatt (1714) pusieron fin a la guerra a la vez que establecían un nuevo mapa político europeo; los Borbones franceses podrían ceñir la Corona española con la prohibición de unir ambos reinos. Fueron dictados los Decretos de Nueva Planta y se dió una reforma en la organización del Estado que caminó hacia la centralización. El sistema de consejos y secretarías fue adquiriendo protagonismo en menoscabo del sistema anterior. Sus primeros años estuvieron marcados por la influencia francesa materializada en sus consejeros y la princesa de los Ursinos. En el año 1724 el rey Felipe V abdicó en su hijo Luis I, pero éste murió de viruelas a los siete meses y el rey hubo de vover a ceñir la corona hasta su muerte en 1746 en La Granja donde permanece enterrado.
fuente: biografiasyvidas.com



 Política exterior de los Borbones: los Pactos de Familia



Fernando VI
 El llamado rey Prudente, nació el 23 de septiembre de 1713 en Madrid, tercer hijo de Felipe V y de su primera esposa María Luisa Gabriela de Saboya. En 1746 heredó el trono español a la muerte de su padre. Su política fue la de sus ministros, muy eficaces y con programas reformistas de gobierno como el marqués de la Ensenada, -partidario de la alianza francesa-, que ejerció varias secretarías; José de Carvajal, -partidario de la unión con Inglaterra-, como secretario de Estado; o el jesuita Francisco Rávago como confesor real. Su reinado se caracterizó por el mantenimiento de la paz y la neutralidad frente a Francia e Inglaterra, mientras ambas intentaban la alianza con España. Esta situación fue aprovechada por el marqués de la Ensenada para proseguir los esfuerzos de reconstrucción interna iniciados en el reinado de Felipe V. 
   En el interior del país se fomentó la construcción naval para la Armada, la construcción de caminos, canales y puertos. Fernando VI siguió en la línea de fomento de la cultura iniciada por sus antecesores, con medidas que posibilitaron la penetración de la Ilustración y la ruptura definitiva del aislamiento. Prueba de ello, fue, entre otras, la fundación de la Academia de San Fernando de Bellas Artes en 1752. Por otra parte, el regalismo alcanzó pleno éxito en el Concordato de 1753 con los Estados Pontificios, beneficioso para el control de la Iglesia puesto que atribuía al rey el patronato universal. FernandoVI falleció sin descendientes, el 10 de agosto de 1759, sucediéndole su hermanastro, el futuro Carlos III.


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Carlos III
Hijo de Felipe V e Isabel de Farnesio. Había sido rey de Nápoles antes de su llegada al trono español.
Su política interior fue un verdadero éxito. Contrarrestó la despoblación rural por medio de una colonización interna: seis mil inmigrantes procedentes de Alemania y Flandes se establecieron en trece pueblos de nueva creación en Sierra Morena, se protegió con medidas la industria mediante imposiciones de avanzar la importación. La moneda nacional fue reformada y unificada, se impulsaron las obras públicas: carreteras, puertos y arsenales. El ejército terminó su reorganización y quedaron promulgadas las ordenanzas militares, hoy día vigentes. Carlos III dio su bandera a España.
Bajo el reinado de Carlos III, en general, España volvió a alcanzar un nivel que, si no pudo compararse con los momentos culminantes de su pasado esplendor, le permitió volver a ocupar un puesto decoroso en Europa. 
En el ámbito cultural, Carlos III entendía que la prosperidad nacional pasaba por el desarrollo cultural y educativo. En este sentido, impulsó la investigación científica, reformó la docencia y favoreció la difusión de los conocimientos. Muchas de estas medidas las llevó a cabo al comienzo de su reinado con el Marqués de Esquilache al frente de su gobierno y apoyado por grupos de ilustrados y de la burguesía; de hecho fueron medidas muy efectivas pero produjeron el enfrentamiento de la oligarquía aristocrática y el clero, que, viendo amenazados sus intereses, provocaron un levantamiento popular en 1766 que se conoce por el Motín de Esquilache, ya que fue depuesto este ministro italiano. Esto obligó al monarca a suavizar las medidas sociales adoptadas aunque no dejo de enfrentarse a los grupos reaccionarios actuando contra ellos como demostró en la expulsión de los jesuitas o limitando el poder de la Inquisición. Pero las reformas continuaron. Como ha señalado José Luis Comellas, si el primer periodo carolino se vio concentrado en reformas económicas e higiénicas, el segundo (que va aproximadamente de 1770 a 1782) se caracterizó por una preferente atención por las reformas necesarias para la implantación de la libertad de comercio. El tercer período, dentro de la clasificación de Comellas, entre 1785 y 1789, se concentró en la reforma agraria
Popularmente se le conoció como “El alcalde de Madrid”.Cuando la nueva familia Real llegó a Madrid, quedó sorprendido por la deprimente realidad; todas las referencias coinciden en asegurar que la capital de España en aquellos momentos era una “población inmunda”, “con aguas escasas, callejas laberínticas intransitables, llenas de altibajos y desmontes, abundantes en polvo durante la sequía o en lodo durante el invierno, convertida en asqueroso arroyo donde fermentaban los residuos del vecindario y las caballerizas” Carlos III obligó a que se adecentaran diariamente las calles, a que el consejo y propietarios de inmuebles colocaran faroles en la fachadas y rinconeras, a que los deshonestos (que eran legión) fuesen a presidio en caso de pillarles en falta etc Más tarde hizo las reformas definitivas; empedró las calles, construyó la puerta de Alcalá, Recoletos, el Paseo del Prado, el Paseo de las Delicias, la Cibeles, el Neptuno, finalizó las obras del Palacio Real… en resumen, logró que la capital de España tuviera una frescura que nunca antes había tenido.
En política exterior fueron fundamentales tres objetivos: Paz en el Mediterráneo para garantizar el comercio español en estas aguas, neutralizar a Gran Bretaña en las colonias americanas y recuperar Menorca y Gibraltar de manos de los ingleses; conseguiría recuperar la primera plaza pero no así la segunda que sigue siendo colonia británica.
El 14 de diciembre de 1788 falleció Carlos III.


Carlos IV
Hijo y sucesor de Carlos III, fue un rey poco inclinado a los asuntos de gobierno, que dejó en gran medida en manos de su esposa María Luisa de Parma y de sus validos. Inicialmente siguió el consejo de su padre de mantener en el poder a Floridablanca, pero en 1792 acabó por sustituirlo, primero por Aranda y luego por Godoy. Su reinado estuvo marcado por la Revolución francesa de 1789, que puso fin a los proyectos reformistas del reinado anterior y los sustituyó por el conservadurismo y la represión, ante el temor a que tales hechos se propagaran a España.Desde 1792, además, el desarrollo de los acontecimientos en Francia condicionó la política internacional en toda Europa y arrastró también a España: tras la ejecución de Luis XVI por los revolucionarios, España participó junto a las restantes monarquías europeas en la Guerra de la Convención (1794-95), en la que resultó derrotada por la Francia republicana. Cambió entonces Godoy el signo de la política exterior, alineándose España con Francia por los dos tratados de San Ildefonso (1796 y 1800); en consecuencia, España colaboró con Francia en su guerra contra Inglaterra de 1796-97, de nuevo en 1801 atacando a Portugal (Guerra de las Naranjas, que proporcionó a España la población de Olivenza) y, por último, en 1805, poniendo la flota española a disposición de Francia para enfrentarse a Gran Bretaña en la batalla de Trafalgar (en la que se perdió la escuadra).

La familia de Carlos IV, de Goya (fuente: wikipedia)

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