martes, 13 de diciembre de 2011

2º Bachillerato La España del Barroco

Los Austrias Menores


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El gobierno de los validos: 
 El Duque de Lerma
El Duque de Uceda (biografiasyvidas.com)
 El Conde-Duque de Olivares




 La economía en el siglo XVII: 


El Capitán Alatriste, de Arturo Pérez-Reverte: 


"No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente"... Con estas palabras empieza El capitán Alatriste, la historia de un soldado veterano de los tercios de Flandes que malvive como espadachín a sueldo en el Madrid del siglo XVII. Sus aventuras peligrosas y apasionantes nos sumergen sin aliento en las intrigas de la Corte de una España corrupta y en decadencia, las emboscadas en callejones oscuros entre el brillo de dos aceros, las tabernas donde Francisco de Quevedo compone sonetos entre pendencias y botellas de vino, o los corrales de comedias donde las representaciones de Lope de Vega terminan a cuchilladas. Todo ello de la mano de personajes entrañables o fascinantes: el joven Íñigo Balboa, el implacable inquisidor fray Emilio Bocanegra, el peligroso asesino Gualterio Malatesta, o el diabólico secretario del rey, Luis de Alquézar. Acción, historia y aventura se dan cita en estas páginas inolvidables. 

Los Tercios
Un tercio era una unidad militar del Ejército español durante la época de la Casa de Austria. Los tercios fueron famosos por su resistencia en el campo de batalla, formando la élite de las unidades militares disponibles para los reyes de España de la época. Los tercios fueron la pieza esencial de la hegemonía terrestre, y en ocasiones también marítima del Imperio español. El tercio es considerado el renacimiento de la infantería en el campo de batalla y es muy comparado con las legiones romanas o las falanges de hoplitas macedónicas.
Los Tercios españoles fueron el primer ejército moderno europeo, entendiendo como tal un ejército formado por voluntarios profesionales, en lugar de las levas para una campaña y la contratación de mercenarios usadas típicamente en otros países europeos. El cuidado que se ponía en mantener en las unidades un alto número de "viejos soldados" (veteranos) y su formación profesional, junto a la particular personalidad que le imprimieron los orgullosos hidalgos de la baja nobleza que los nutrieron, es la base de que fueran la mejor infantería durante siglo y medio. Además, fueron los primeros en mezclar de forma eficiente las picas y las armas de fuego.



domingo, 4 de diciembre de 2011

1º Bachillerato La Revolución Rusa

LA REVOLUCIÓN RUSA

La Revolución Rusa fue un movimiento político que culminó en octubre 1917 con la expulsión del gobierno provisional que había reemplazado el sistema zarista tras la revolución de febrero, y que llevó finalmente al establecimiento de la Unión Soviética, que duró hasta su caída en 1991. La primera guerra mundial había sometido a tensiones brutales a la sociedad rusa y provocó la revolución que, en dos fases (febrero y octubre) acabó con la autocracia zarista. Tras una corta experiencia liberal, en octubre de 1917 triunfó la primera revolución comunista de la historia. Lenin dirigió con mano de hierro al nuevo estado soviético a través de un período de horror y calamidades. La primera guerra mundial, la revolución y la guerra civil golpearon duramente al tejido social ruso. Stalin, su sucesor, concluyó la construcción de la dictadura comunista. La economía fue centralizada por el Estado y el poder político quedó en manos del dictador que controlaba férreamente al partido comunista y a la sociedad soviética. El terror estalinista configuró uno de los grandes regímenes totalitarios del siglo XX.

Tintín en el País de los Soviets: 


RASPUTÍN
Grígori Efímovich Rasputín, conocido como El Monje Loco, fue un monje, aventurero y cortesano ruso. De origen campesino y sin ninguna formación, Rasputín adquiririó pronto gran popularidad por su vida licenciosa y su fama de taumaturgo. A su llegada a San Petersburgo, en 1903, Rasputín fue recibido como un hombre santo y en 1908 fue presentado a la esposa del Zar, Alejandra Fiódorovna, quien ya había oído hablar de sus supuestos poderes curativos. La zarina pensó que podría curar a su hijo Alexis Nikolaiévich, el heredero del trono ruso, que padecía hemofilia. Se especula con la posibilidad de que consiguiera aliviar su dolencia mediante hipnosis; en cualquier caso, la mejoría del heredero le granjeó la confianza de la zarina y también la de Nicolás II, fuertemente influido por la zarina.
Investido de un inmenso poder, Rasputín designó a muchos altos funcionarios del gobierno, aunque ninguno fue competente. A principios de la Primera Guerra Mundial, Rusia atravesaba un momento crítico. El zar Nicolás II asumió el mando del ejército y Rasputín se hizo con el control absoluto del gobierno. Su profunda influencia en la corte imperial escandalizaba a la opinión pública; además, su comportamiento le daba mala reputación y sus orgías eran bien conocidas por el pueblo, que lo designaba con el sobrenombre de El Monje Loco.
En 1916 Rasputín impuso a su candidato, Stürmer, como presidente del Consejo. Este hecho no fue bien visto por varias personas allegadas al zar, aunque Nicolás II no le retiró su confianza. Al fin, el terceto formado por el príncipe Yussopov, el gran duque Dimitri y el diputado de derechas Purishkiévich consumó su asesinato, decidido en una conspiración palaciega.

Rasputín
La familia del Zar Nicolás II



La manipulación fotográfica en la URSS:










Doctor Zhivago (1970):
Basada en la novela de Boris Pasternak, la película narra la lucha por la supervivencia de un médico en el contexto de la Revolución Rusa.

LA PROPAGANDA SOVIÉTICA




Octubre, de Eisenstein (1927)

La película Octubre, originalmente Октябрь (Oktyabr) en ruso, fue encargada con motivo del décimo aniversario de la Revolución de Octubre. Stalin encargó esta obra a Sergei Eisenstein, la cual es la tercera película más importante en su carrera como director. Las más avanzadas técnicas del momento fueron usadas para describir la masacre de San Petersburgo. Stalin censuró personalmente el montaje final. Se realizó como un sincero homenaje a la Revolución, cuyos principales acontecimientos recrea; sin embargo padecío los fectos de la censura: se eliminaron 1500n metros de la película y se suprimieron todas las escenas en las que aparecía Trostky.



REBELIÓN EN LA GRANJA
Rebelión en la granja  (1945) es una novela satírica de George Orwell acerca de un grupo de animales en una granja que expulsan a los humanos y crean un sistema de gobierno propio que acaba convirtiéndose en una tiranía brutal.  Rebelión en la granja constituye una sátira sobre la corrupción del socialismo soviético en los tiempos de Stalin. Además, la obra constituye un análisis sencillo a la vez que formidable de la corrupción que engendra el poder, en cualquier nivel.
 Los animales de la Granja Manor, alentados un día por el viejo "cerdo Mayor", que antes de morir explicó a todos los animales su visión, llevan a cabo una revolución en la que consiguen expulsar al señor Jones y crear sus propias reglas (los Siete Mandamientos) que escriben en una pared.
  1. Todo lo que camina sobre dos pies es un enemigo.
  2. Todo lo que camina sobre cuatro patas, o tenga alas, es amigo.
  3. Ningún animal usará ropa.
  4. Ningún animal dormirá en una cama
  5. Ningún animal beberá alcohol.
  6. Ningún animal matará a otro animal.
  7. Todos los animales son iguales
Al principio, la granja, que pasa a llamarse Granja Animal, es más próspera incluso que cuando el señor Jones la administraba. Sin embargo, con el paso del tiempo los cerdos, que se habían autoerigido como líderes por su inteligencia, empiezan a abusar de su poder y manipulan los mandamientos en su favor. Dos de estos cerdos, Snowball y Napoleón, se muestran como los líderes, pero empiezan a mostrar diferencias, que acaban cuando Napoleón lanza a los perros contra Snowball y este huye de la granja.
A partir de ese momento Napoleón se erige como único líder. Los cerdos se constituyen como una élite dentro de la Granja, y los demás animales se mantienen bajo la dictadura de Napoleón, amenazados por los perros de este. Poco a poco los cerdos adoptan los defectos del propio hombre por los cuales en su día sustentaron la revolución. A lo largo de la novela, se efectúan ciertos cambios en los Siete Mandamientos, que "justifican" las medidas que toma Napoleón y los actos de los cerdos:
  • "Ningún animal dormirá en una cama con sábanas"
  • "Ningún animal beberá alcohol en exceso"
  • "Ningún animal matará a otro animal sin motivo"
Sucesivamente, todos los Siete Mandamientos van desapareciendo por orden de Napoleón, y con la complicidad de los demás cerdos.
Finalmente, los cerdos modifican también sus conductas, empiezan a usar las ropas abandonadas por el señor Jones y aprenden a caminar sólo sobre sus patas traseras (modificando para ello el primero de los Siete Mandamientos). Después que un ataque de los humanos es repelido por los perros, los granjeros de los campos vecinos deciden mantener relaciones amistosas con los animales de la Granja Manor, felicitando a Napoleón por el éxito económico de la finca: los animales dirigidos por Napoleón trabajan en larguísimas jornadas, alcanzan elevados niveles de productividad, se contentan con raciones minúsculas de comida, y jamás se quejan ante los cerdos. Halagado, Napoleón y los cerdos invitan a los humanos a almorzar en la granja Manor; los animales de la Granja, sorprendidos, advierten que sus compañeros cerdos han copiado totalmente la conducta y aspecto de los humanos.
Al final de la novela, la dictadura de Napoleón y sus seguidores se consagra de modo absoluto cuando los animales preguntan al burro Benjamín (uno de los pocos que sabe leer) sobre cuál es el único mandamiento que queda escrito. Éste es el séptimo, convenientemente modificado por los cerdos:
  • "Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros".

 Significado

Orwell satiriza el régimen zarista, con el señor Jones y la monarquía con los humanos, y posteriormente ironiza la revolución rusa hasta el periodo del estalinismo.
— El cerdo Mayor (Mayor), representa en parte a Lenin pues él se cuestiona sobre la situación de su país, crea una doctrina propia y además es el ideólogo de la revolución, él es el idealista; también apunta hacia Karl Marx al ser el impulsor de la filosofía anti-capitalista (anti-humana, alegóricamente) y por fallecer antes de que ocurriese la rebelión.
— El señor Jones sería el zar  aunque su figura es más amplia y abarque a toda la realeza y sus tópicos.
— El cerdo Napoleón, con sus medidas para administrar la granja (apropiadas de Snowball) que servirán para llevar a ésta a la prosperidad (aunque esta sólo mejorará su propia situación y la de los demás cerdos), y su política de restricción de libertades, representa a Stalin. Otro punto que refuerza esta teoría, es el hecho de que Napoleón ordenase el exilio de Snowball (Trotsky). En la primera edición francesa se nombró a este cerdo como "Julio César".
— El cerdo Bola de Nieve sería Lev Trotsky, líder militar que posteriormente huye de la granja al ser violentamente perseguido por los perros de Napoleón y cuya sola mención constituye un delito grave. Una vez establecido el poder de Napoleón, todo animal que se considerara peligroso sería ejecutado bajo la acusación de ser seguidor de Snowball.
— El cerdo Chillon es el encargado de convencer al resto de la granja sobre las decisiones de "Napoleón", usando su habilidad retórica y facilidad de palabra. Suele manipular al resto de animales con argumentos sospechosos. Posiblemente represente a la prensa de la URSS, el periódico Pravda, o a Viacheslav Mólotov (ferviente partidario de Stalin).
— Boxer, el caballo, siempre convencido de trabajar más y traicionado por Napoleón a pesar de ello, representaría al proletariado o al minero Alekséi Stajánov.
— Las ovejas, analfabetas y acríticas con el régimen, personifican al campesinado. Para ellos y los animales menos inteligentes se ingeniaron consignas sencillas, como "Cuatro patas sí, dos no", que solían repetir todo el día.
— El cuervo Moses representa a la Iglesia Ortodoxa, pues habla del cielo de los animales y recibe trato favorable de los humanos ya que cumple una labor de apaciguamiento al servicio del señor Jones. Esto representa la afinidad entre el clericato ruso y los zares.
— El burro Benjamín representa a la clase intelectual, quien es consciente de las manipulaciones de Napoleón pero no toma cartas en el asunto, limitándose a observar de forma pesimista sin intervenir.
— Los perros representan la policía secreta stalinista, la NKVD. Son los encargados de expulsar violentamente a Snowball de la Granja. La nueva generación de perros es educada por Napoleón desde cachorros, cumpliendo también la función de guardia personal y de verdugo para los animales que "traicionan" a la granja en nombre de Snowball.



viernes, 2 de diciembre de 2011

2º Bachillerato Los Austrias Mayores: Carlos I y Felipe II

El Imperio de Carlos V



Hijo de Juana I de Castilla y de Felipe I de Habsburgo, nació en Gante (Flandes) en 1500. En 1515 fue declarado mayor de edad y desde entonces el joven Archiduque se encargó del gobierno de Flandes. El 30 de mayo de 1516 fue proclamado rey en Madrid (junto a su madre Juana I) y se convirtió así en el primer monarca hispano de la casa de Austria. Hasta su llegada se hizo cargo de la regencia el cardenal Cisneros. El nuevo monarca llegó a España un año después, cuando sólo contaba con 17 años de edad. Pero en 1520 partió hacia Alemania donde el año anterior, y gracias al dinero aportado por el banquero Jacobo Függer, había sido proclamado Emperador con el nombre de Carlos V, para sustituir a su abuelo Maximiliano I de Austria. De este modo, y pese a la oposición de Francisco I de Francia y Enrique VIII de Inglaterra, Carlos V reunió en su persona los territorios procedentes de la cuádruple herencia de sus abuelos: habsburguesa (Maximiliano I de Austria), borgoñona (María de Borgoña), aragonesa (Fernando el Católico) y castellana (Isabel la Católica). A través de Aragón heredaba también los reinos de Sicilia, Nápoles, Cerdeña y Jerusalén.
 La herencia de Carlos V (tomado de iriscnice.mec.es)
No obstante, los Estados gobernados por Carlos V o por sus representantes conservaron sus leyes tradicionales, fueros, lenguas, monedas, fronteras e instituciones. Durante su reinado alternó el gobierno de los reinos hispánicos con la atención a los problemas del Imperio germánico. Finalmente, cansado de las numerosas guerras y la agitada política exterior, en las abdicaciones de Bruselas (1555-1556), Carlos V adjudicó la herencia borgoñona, aragonesa y castellana a su hijo Felipe II, mientras que el legado de los Habsburgo y el título imperial iban a parar a manos de su hermano Fernando I, que era además Rey de Bohemia y Hungría (desde 1526, por su boda con la hermana de Luis II de Hungría) y Rey de Romanos (desde 1531, por decisión del Emperador que estaba capacitado para elegir heredero en el Imperio). De este modo, Carlos V consumaba la escisión de los Habsburgo en dos ramas, la austroalemana y la española. Posteriormente, el monarca regresó a España para retirarse en el monasterio extremeño de Yuste el 3 de febrero de 1557. Allí permaneció recluido hasta su muerte, acaecida el 21 de septiembre de 1558.


 

 contenidos.educarex.es


El Gobierno Polisinodial de los Austrias
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La Monarquía Hispánica de Felipe II

Nació el 21 de mayo de 1527 en Valladolid. Hijo de Carlos I y de Isabel de Portugal. Su padre decidió abdicar en Felipe, en 1555-1556;  por lo que, tras viajar por Italia y los Países Bajos y ser reconocido como sucesor regio en los estados flamencos y por las Cortes castellanas, aragonesas y navarras, se dedicó plenamente a gobernar desde la corte madrileña. Su reino se baso en consejos y secretarios reales y con una gran administración centralizada. Pese a todo su poder, las bancarrotas, las dificultades hacendísticas y los problemas fiscales fueron característicos durante todo su reinado. Su recurso al Tribunal de la Inquisición fue frecuente. Políticamente dicho tribunal fue utilizado para acabar con los conatos de protestantismo descubiertos en la Meseta castellana.  A la vez, los piratas berberiscos asolaban las costas mediterráneas. Aunque la expedición naval de García de Toledo consiguiera la victoria en Malta (1565), el problema morisco estaba en el interior. Los moriscos de las Alpujarras granadinas protagonizaron la principal sublevación, que no terminaría hasta que don Juan de Austria les derrotó (1569-1571).
El secretario Antonio Pérez influyó notablemente en los negocios públicos hasta su caída en 1579. Además, en 1568 moría el príncipe Carlos, que había sido arrestado debido a sus contactos con los miembros de una presunta conjura sucesoria promovida por parte de la nobleza contra Felipe II. En ambos puntos empezó a afianzarse la 'leyenda negra' antiespañola y buena parte de los problemas internos de su reinado.
Internacionalmente, para mantener y proteger su Imperio, continuamente estuvo inmerso en todos los conflictos europeos. Por esas razones, se multiplicaron las capitulaciones matrimoniales y contrajo sucesivas nupcias con María de Portugal (1543), la reina de Inglaterra (María I Tudor), la francesa Isabel de Valois y Ana de Austria (1570), madre de su sucesor Felipe III. Durante su reinado los conflictos externos se sucedieron en varios frentes. Felipe II actuaría en todos ellos teniendo presentes siempre criterios políticos y religiosos.
Heredero de la guerra contra Francia, a pesar de la Tregua de Vaucelles (1556) y nada más comenzar su reinado, ambas casas reales iniciaron su lucha por el control de Nápoles y el Milanesado. En ese contexto, el duque de Alba defendió las plazas italianas, atacando los Estados Pontificios de Pablo IV para deshacer su alianza con Enrique II de Francia. Mientras tanto, los ejércitos castellanos y fuerzas mercenarias derrotaban a las tropas francesas en su propio territorio (San Quintín y Gravelinas 1557 y 1558), origen de las negociaciones de paz del tan beneficioso para los intereses felipistas Tratado de Cateau-Cambrésis del año siguiente. No obstante, la pugna secular por el control europeo entre ambas monarquías continuó con la intervención a favor de los católicos Guisa en las guerras de Religión francesas, hasta que Enrique de Borbón adjuró del protestantismo, rubricándose en 1598 la Paz de Vervins.
Paralelamente, otro gran problema estratégico, comercial y de unidad de la fe era el peligro de la piratería, el bandidaje y las incursiones berberiscas y turcas en el Mediterráneo. Para conjurar dicha amenaza, constituyó, con Venecia, Génova y el Papado, el bloque principal de la Liga Santa contra el Imperio otomano. La flota al mando de don Juan de Austria -con Requesens, Álvaro de Bazán, Colonna y Doria- obtuvo la renombrada aunque no decisiva victoria naval de Lepanto (1571). 
Contra Inglaterra los resultados fueron menos afortunados, debido al control marítimo militar inglés. Muerta su esposa María Tudor, las relaciones con Isabel I se enrarecieron, hasta que chocaron sus contrapuestas política, religiosa y económica. En su pugna permanente, apoyando a todos los enemigos castellanos, Isabel de Inglaterra acabó con los católicos reyes escoceses, mientras apoyaba la piratería en el Caribe (Francis Drake) y a los rebeldes holandeses. La conclusión militar vino determinada en 1588 por la derrota de la Armada Invencible capitaneada por el duque de Medinasidonia. A partir de entonces, el poderío naval español en el Atlántico comenzaría su declive.
Felipe II tampoco pudo solucionar el conflicto político-religioso generado en los Países Bajos. Ninguno de sus sucesivos gobernadores, desde Margarita de Parma, pudieron conseguir sus objetivos. Tras las victorias del duque de Alba hasta 1573, ni Luis de Requesens, ni don Juan de Austria, ni Alejandro Farnesio doblegaron la rebelión de los 'mendigos del Mar' calvinistas. Alternando procedimientos suaves con otros métodos muy enérgicos, no consiguieron aplacar la sublevación de los Estados Generales y la definitiva emancipación de Holanda, Zelanda y el resto de las Provincias Unidas.
En cambio, consiguió un gran triunfo político al conseguir la unidad ibérica con la anexión de Portugal y sus dominios, haciendo valer sus derechos sucesorios en 1581 en las Cortes de Tomar.
Los dominios de Felipe II

Pocas figuras históricas han sido tan controvertidas como la de Felipe II. Aunque fue admirado por sus partidarios, su adversarios ingleses e irlandeses le apodaron "el demonio del Mediodía". En los últimos años, sin embargo, varios historiadores han rehabilitado su imagen. 



 La Batalla de Lepanto, por Paolo Veronese

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